martes, 10 de junio de 2008

Día XXIII (2ª parte), o el de las psicopatías

Soy un animal en cuanto me ponen delante una serie de televisión que me gusta. Desde luego, ya no cometo el error de verlas a capítulos semanales. En el caso de un libro, por ejemplo, en que el ejercicio de la lectura requiere una mayor concentración, no me imagino tardando 20 semanas para acabarlo. Básicamente porque tras 5 días sin leerlo, si me ciño a la novela, comenzaría a meterle alguna trama diferente en algún momento.
No sé a ti, pero para mí ahora muchas películas no son más que un episodio piloto muy largo.

Los primeros dos capítulos de Dexter, de la mano de la tan aclamada como arriesgada cadena norteamericana Showtime (Californication, Weeds, Queer as folk, The L World, Bullshit!...), no reconfortan al espectador y, aunque dan pie al despliegue de la trama principal, atropellan los rasgos esenciales de su protagonista, un psicópata que, como tal, trata al resto de personas como objetos en aras del beneficio moral y ético inculcado profundamente por el carácter, progresivamente menos firme, de su padre adoptivo.
A partir de entonces comencé a conocer -incomprensible- perfectamente a Dexter. ¿Puede alguien identificarse con un psicópata en toda regla como él? En mi opinión sí, cualquier hijo de vecino. No siente ni remordimiento ni culpa, sin embargo intercambia constantemente sus objetivos vitales y necesita asesinar como quien necesita comer.

El protagonista, Dexter, lo encarna una acojonante composición de personaje a cargo de Michael C. Hall. Acojonante, porque jamás dirías que es el moña de “A dos metros bajo tierra”. No, nada que ver, resulta incluso irreconocible. Su interpretación se ve perfectamente acompañada de otros buenos actores secundarios, entre los que, desde el primer capítulo, destaca la angelical figura de Julie Benz, en el papel de Rita, novia de Dexter y madre de dos hijos fruto de su matrimonio fracasado con un heroinómano, pues simboliza a la mujer con la que todo hombre desearía casarse y, a la vez, la mujer a la que cualquier hombre le tomaría el pelo. Raza en existinción, pero haberlas digo yo que haylas. También amo a Julie Denz por haber participado en Buffy, como Darla, la amante primera de Angel.

Y para terminar...¡Spoiler!...busquen la relación a lo largo de la serie que guardan Dexter y Patrick Bateman.

2 comentarios:

Unknown dijo...

merci por tu comentario, nos conocemos?

Unknown dijo...

ya decía yo...volador!
me encanta la gente que sabe volar.