Por convicción, el ser tiende a autoconvencerse de los retos plasmándolos para sí mismo en algún lugar. Hoy es el día para mí. Un bonito día gris nublado, como en tantos dibujos animados escuché.
Barcelona hoy no me invita a pasearla, me invita a contemplarla, a bebérmela. Mis pies han caminado lo suficiente por hoy. Retomaré el pulso, despacito, con tranquilidad y en silencio. Muy en silencio, de modo que sólo me escuchen aquellos que no me oigan.
lunes, 26 de mayo de 2008
Día VIII
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1 comentario:
Y que te vean aquellos que se liberen de credos y anteojos
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